Descripción

Nuestro fleje está elaborado a partir de escamas de politereftalato de etileno (PET) de origen 100% reciclado. Es un producto neutro, limpio y que no libera productos químicos al ambiente.

Gracias a su alta capacidad de tensión, logra estabilizar la carga, previniendo su movimiento, ofreciendo seguridad en la unificación de carga y disminuyendo el riesgo de daño durante el transporte y el almacenamiento.

Características

• Alta resistencia a la rotura: El fleje de poliéster (PET) puede ser tensando mucho más que el fleje de polipropileno (PP) debido a su superior tolerancia a la rotura por carga.
• Tensión estable en el tiempo: El fleje de poliéster posee una elevada resistencia a la tracción y una muy baja pérdida de tensión residual. Esto le permite retener la tensión alcanzada por mucho más tiempo.
• Excelente memoria elástica: Es una perfecta combinación de resistencia y elasticidad que permite resistir fuerzas de choque durante la manipulación y el transporte de la mercancía.
• Resistente a la humedad y las altas temperaturas: El fleje de poliéster es inalterable ante cambios de temperatura (0°C hasta +80°C), insensible a los rayos UV y resistentes a la humedad.
• Solución de embalaje reciclable: Contribuimos a la economía circular con un producto de origen 100% reciclado, y 100% reciclable.

Aplicaciones

El fleje PET es un material apto para todo uso: aunque diseñado especialmente para el embalaje pesado, es excelente y muy seguro para una gran variedad de aplicaciones, incluyendo aluminio, acero, productos corrugados, metales, materiales de construcción, cerámica, madera, textiles, latas, botellas, y la unificación de cargas paletizadas.

Existe una amplia gama de máquinas para la aplicación de los flejes PET desde las más simples hasta las más automatizadas: herramientas flejadoras a batería, flejadoras neumáticas, y flejadoras automáticas, tanto verticales como horizontales.

Recomendaciones de uso y guarda

Se recomienda almacenar el producto en su empaque original, a resguardo de la luz directa del sol y de los rayos UV, para mantener sus propiedades en óptimo estado.

No almacenar a la intemperie. El material almacenado en condiciones no controladas puede sufrir degradación.

Usar dentro de los doce meses posteriores a su fabricación.

Mantener una rotación adecuada del inventario de acuerdo a las fechas de vencimiento (FIFO).